El pasado sábado 4 de junio, se hizo entrega de los galardones 2015 de la Federación de Asociaciones Ciudadanas de Torrent, conocida como FAC, en el Antic Mercat.
El galardón local fue entregado a la deportista torrentina paralímpica, Ruth Aguilar Fulgencio, reconociendo su labor y ejemplo hacia la ciudadanía.
Ruth es atleta e integrante de la Selección Española de Atletismo Adaptado en la modalidad de lanzamientos de disco, peso y jabalina; también es entrenadora de balonmano, Técnico Elemental en Deporte Adaptado y Asesora en Planes de Accesibilidad y Adaptaciones. Ha sido campeona en numerosas ocasiones, y es la primera mujer en silla de ruedas que participó en el Triatló de Valencia en 2011.
Además, es miembro de la iniciativa de la Fundación ONCE ‘Trainers Paralímpicos’ (http://trainersparalimpicos.fundaciononce.es/); una fundación en la que los propios deportistas paralímpicos son los que enseñan a usar las herramientas y métodos que ellos mismos utilizan para afrontar retos o superar dificultades, y poder aplicarlos en cualquier grupo de trabajo, ambiente laboral, empresa o institución. “Se trata de un grupo Deluxe, ya que somos únicos y exclusivos”, nos cuenta Ruth orgullosa.
ENTREVISTA
Primero y antes que nada, darte la enhorabuena por el galardón. ¿Qué se siente al recibir un premio de esta índole, reconociendo tu fuerza de voluntad y tu afán de superación como persona y deportista?
Siento una alegría inmensa, porque además este galardón sirve para romper las barreras respecto a la diversidad funcional, y también para reconocer a todas aquellas personas que tienen algún tipo de discapacidad y piensan que no son capaces de hacer muchas cosas. Hay que romper con ese tipo de estereotipos, con esas barreras.
En definitiva, estoy muy contenta, ya no solo por mí, sino también por todo el colectivo que represento, relacionado en gran parte con el deporte adaptado.
Hace dos años, aproximadamente, recibiste también el Premio ARTIC. Debes estar muy orgullosa por haber recibido ambos reconocimientos.
La verdad es que sí, y ya no solo el Premio ARTIC, sino que también me otorgaron el Premio Carta de Poblament, en Torrent también.
Después de tantos años, más de veinte, en los que he estado trabajando mucho deportivamente y he conseguido muchos éxitos, da mucha alegría recibir este tipo de reconocimientos y que me tengan en cuenta. Siempre dicen que uno ‘no es profeta en su tierra’, pero yo puedo decir que en mi caso sí, debido al fuerte reconocimiento que he recibido y estoy recibiendo por mí trabajo aquí en Torrent.
Tu carrera profesional como deportista empezó como jugadora de balonmano, hasta que sufriste un desafortunado accidente de tráfico. Tras este, ¿cómo transcurrió la fase de superación?
El primer año, lógicamente, tienes que acoplarte a la nueva sensación, y sobre todo, tienes que aceptarlo. Es un periodo, digamos de ‘duelo’ en el que tienes que aceptar la nueva situación y ser consciente de que tu vida ha cambiado, por lo que debes reinventarte. Pese a que puedas tener alguna limitación, sigues siendo la misma persona, y no tienes que dejar de hacer las cosas que te gustan.
Así que decidí encaminar mi vida otra vez y reconducirla hacia lo que más me gustaba, que era el deporte; y ahí fue cuando me metí en el deporte adaptado y empecé a destacar por mi constitución física y mis cualidades.
¿Qué significó para ti la participación en los Juegos de Londres de 2012?
Para mí fue un sueño cumplido, sin dudar a dudas. Ir a los Juegos de Londres era un objetivo que cumplir, y aunque el camino fue muy duro y en alguna ocasión pensé que quizás no llegaría, no quería por lo menos intentarlo, y lo conseguí.
Soy una persona muy inquieta, y tengo mis propias metas marcadas para poder llevar a cabo tarde o temprano.
Bailarina, atleta de lanzamiento de disco, peso y jabalina, realización de cursos de buceo, vela, parapente… ¡Sentimos una gran admiración por tu capacidad de realizar tantas actividades diferentes! ¿Qué más te falta por hacer?
—Ríe— Me faltan aún bastantes cosas por hacer, ¿eh? Lo que pasa es que soy un ‘culo de mal asiento’. Siempre me he centrado en las disciplinas en las que he destacado y me he empleado a fondo, y luego aparte, mi tiempo libre también lo he dedicado a hacer lo que más me gusta, que es el deporte, como parapente, buceo…
Además, también he compaginado todo ello con mi formación; soy experta en educación vial y conferenciante, ya que pertenezco a ‘Trainers Paralímpicos’, un grupo de élite del cual hice la presentación el día de entrega de premios.
¿Cómo compaginas tu activa vida como deportista con la vida personal?
Pues es difícil, porque normalmente las chicas siempre nos cuesta más por los rolles que tenemos y que asumimos. En este sentido, pienso que deberíamos evolucionar un poco, y espero que vaya habiendo cada vez más reconocimiento a todas aquellas ‘mamis’ que estamos ahí.
Yo he intentado compaginarlo como he podido, y desde luego, con la ayuda de mi familia, que ha sido la fórmula clave para poder llevar a cabo todos mis objetivos. Las personas que nos rodean son las piezas que todos necesitamos para hacer que la ‘máquina’ funcione.
¿Qué mensaje enviarías a aquellas personas que estén viviendo una situación similar a la que tu viviste tras el accidente? ¿Qué les dirías para enviarles ánimo?
Lo esencial es tener una buena actitud ante todo, no pensar en lo que no podemos hacer, ya que todos tenemos discapacidades, sino en lo que sí somos capaces de hacer.
Si la vida nos da otra oportunidad y podemos seguir hacia delante, ¿por qué vamos a estar lamentándonos? ¡Es todo lo contrario! Hay que alegrarse de poder seguir aquí, de poder seguir viviendo rodeada de tu gente y pudiendo hacer lo que más nos gusta a cada uno.
No hay que pensar que hemos tenido mala suerte, sino que somos muy afortunados de seguir viviendo, de seguir junto con nuestras familias y sobre todo de seguir siendo felices, puesto que no hay nada que nos lo impida.
Ruth nos ha hecho reflexionar sobre lo que las personas somos capaces de hacer si nos lo proponemos, que hay que luchar por cumplir nuestros sueños y sobre todo, que nunca hay que dejar de sonreír. Todo un ejemplo a seguir, gracias y ¡sigue así!