A pesar de lo que se empeña en decir el Gobierno de España, 2014 ha sido el año más difícil desde que empezó la crisis. A la alarmante destrucción de empleo que se venía arrastrando en los últimos ejercicios se ha ido sumando que gran parte de las familias han ido agotando también sus subsidios, una situación que se ha notado especialmente en los servicios sociales de los ayuntamientos, donde se han disparado las solicitudes de ayudas.
En Mislata, las ayudas de emergencia social que se destinan a las familias sin recursos para pagar sus necesidades básicas de vivienda y alimentación se incrementaron de media en 2014 un 70%. Por eso, a pesar del incremento generalizado en todas las partidas y del hecho de que, por primera vez en Mislata, las políticas sociales superaran la barrera del 10% del presupuesto total.
El Consistorio partía en 2014 con un presupuesto de 1.266.000€ sólo para ayudas de emergencia social, aquellas reservadas para garantizar la vivienda y la alimentación de las familias más necesitadas y combatir la pobreza energética. Pero a pesar de ser el mayor presupuesto destinado nunca en Mislata a este concepto, las partidas se agotaron antes de que finalizara el ejercicio, porque las peticiones de ayuda de vivienda se incrementaron un 60% y las de alimentación en un 87% respecto al año anterior.
Ante esta situación, explica Catalá, solo cabían dos opciones: “O hacíamos como antes, que cuando se acababa el dinero se cortaban las ayudas, o seguíamos aceptando solicitudes, para seguir ayudando a las personas que más lo necesitan”. Y esto último es por lo que optó el gobierno municipal de Carlos Fernández Bielsa, que hoy en el pleno ordinario ha aprobado 400.000 euros en ayudas correspondientes a solicitudes de finales de 2014. Para Bielsa, esta decisión demuestra “nuestro compromiso con los más débiles”, al tiempo que refuerza “el modelo de ciudad que hemos ido construyendo, una Mislata más justa, más solidaria y con una mejor distribución de todos nuestros recursos”.
Informa Nou Horta. Mislata