En muchos oficios podemos encontrar intrusismo y prácticas desleales. Por supuesto el mundo de la publicidad no está fuera de este peligro. Estas prácticas desleales perjudican a todos los que deseamos realizar una comunicación seria y de calidad.
El timo funciona de la siguiente manera: aparece una persona en tu negocio con un aspecto agradable ofreciéndote la contratación de servicios de marketing y social media a un muy buen precio. Nos explicará sus servicios sobre un contrato ya redactado. Estos servicios suelen ser la administración de la web y redes sociales, posicionamiento SEO y la aparición en blogs influyentes.
Las características más llamativas de este contrato son, la obligación de contratar más de un mes de servicios y el pago en efectivo. A la firma del contrato debes de abonar el 50% de la factura en efectivo. Los servicios que te proporcionen duraran a penas un mes para justificar el contrato, volver a cobrar la segunda parte y desaparecer.
Lo más importante es comprender que para realizar una buena comunicación hay que conocer a la perfección la empresa, de dónde viene y adónde va, para conocer sus objetivos de comunicación. Difícilmente cumplirá nuestras expectativas alguien que aparece por la puerta con un contrato ya redactado y nos solicita el cobro en efectivo.
Por suerte no todos los publicistas somos así. Para desarrollar cualquier campaña nos marcamos unos objetivos de comunicación acordes al presente de la empresa, mirando hacia el futuro para que todo responda a un mismo eje de comunicación.
En Mark And Brand nuestra primera toma de contacto con el cliente es realizarle un análisis de marketing gratuito y a partir de ahí asentar las bases para tener una relación comercial larga y satisfactoria.
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