La gran mayoría de ciudadanos españoles están descontentos con un gran porcentaje de políticos nacionales e internacionales. Sin lugar a dudas, este hecho es una realidad más que notoria. Cada día observamos como las diferentes encuestas de valoración hacia nuestros políticos muestran el descontento y poca aprobación de los ciudadanos. Esta situación, provocada por diversas causas (corrupción, malversación de fondos públicos, clientelismo y, principalmente, falta de preparación), tiene como resultado final una mala gestión para los intereses de los ciudadanos. Ahora bien, no todos los políticos españoles son vistos con tan malos ojos. Entonces, ¿debemos de preguntarnos el por qué de esta cuestión?
Si nos fijamos en el elenco de políticos más públicos de nuestra sociedad observamos un denominador común en casi todos ellos, la juventud. Es esta la característica de esos políticos la que lleva a gran parte de españoles a vislumbrar un pequeño rayo de esperanza en nuestro actual sistema político.
Con la entrada en escena de estos nuevos agentes vienen implícitas las características tan necesarias que debe de poseer un político: honradez, responsabilidad, preparación y, fundamentalmente, el compromiso con la sociedad. Estas características son las que, a priori, se pueden encontrar en esta nueva hornada de políticos que representan el futuro de nuestro país, sean cuales sean sus ideologías o los valores que defiendan.
Por tanto, que la sociedad española está cambiando es un hecho. La llegada de políticos jóvenes es la clara representación de que nuestro sistema político tiene que estar abierto a una regeneración, dando paso a políticos cuya preparación y compromiso sean los principales instrumentos para recuperar la confianza perdida en el engranaje político español.
Fco. Javier Matoses de los Dolores. Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración