En una sociedad global como la actual es necesario definir qué queremos conseguir con la educación de nuestros hijos, si nos conformamos con que adquieran un determinado nivel de conocimiento o si lo que pretendemos es una formación integral que les permita ser personas con mayúsculas.
Somos conscientes de que educar es mucho más que enseñar, y por ello el proyecto del Colegio Internacional Ausiàs March establece como prioridad una sólida educación en valores que garantice el desarrollo integral de los alumnos/as y les prepare para las exigencias como futuros ciudadanos europeos y del mundo. Fomentar valores como el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la responsabilidad frente al trabajo, el gusto por la cultura y el desarrollo de la curiosidad intelectual, son los pilares en los que descansa nuestra tarea diaria.
Para lograrlo hay que inculcar en el alumno un sentido reflexivo sobre las normas de comportamiento que, a través del trabajo y de las relaciones con los demás, debe observar.
Unas primeras líneas de actuación son transmitirles la relación entre trabajo y esfuerzo, ya que sólo con la constancia podrán alcanzar la satisfacción por el trabajo bien hecho; y fomentar el sentido de la responsabilidad, para que se sientan orgullosos de realizar sus tareas con puntualidad y deseo de mejora.
Otros pasos importantes a dar son promover el orden en su trabajo y en su propio espacio y persona, para que ellos mismos encuentren su sitio en el mundo; e inculcar la generosidad y el compañerismo, defendiendo siempre los conceptos de justicia, lealtad, honradez y tolerancia. De esta forma aprenderán a convivir con empatía y a saber situarse en el lugar del otro.
Hay que enseñarles también a ser solidarios con el resto de conciudadanos, abriendo vías para que expresen su generosidad y su disposición de ayuda ante los problemas de los demás; y dirigirles hacia la prudencia y la sinceridad, hasta conseguir que sean personas con iniciativa, valientes y con criterio propio.
Las acciones como educadores y como padres también nos tienen que llevar igualmente a lograr que tengan confianza en sí mismos y a que sean capaces de conseguir aquello que se propongan.
Si conseguimos que afronten la vida de forma alegre y optimista, que tengan una actitud positiva ante el mundo y la vida, que sean dueños de sí mismo, y que sean trabajadores, generosos y responsables… entonces el esfuerzo de una educación responsable y en valores habrá valido la pena.
Ana Cañamero
Jefa del departamento de Lenguas del C.I. Ausiàs March
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