Hay vecinos que son los perpetuos presidentes porque se preocupan por la comunidad y tienen tiempo para serlo pero también porque el resto de los copropietarios no asumen nunca su responsabilidad.
Cuando una finca no tiene administrador el presidente normalmente realiza las funciones que facilitaría un profesional de este campo y por lo tanto genera recibos, realiza las cuentas, pide presupuestos, intenta velar porque las instalaciones estén en buen estado y la comunidad cumpla con la legalidad. Ejerce de gestor, secretario y de administrador para el resto de los vecinos y también asume una gran responsabilidad para la que no está formado.
Cuando un edificio contrata los servicios de un administrador está descargando a cada uno de los propietarios de ese trabajo y responsabilidad.
La anécdota de hoy va de una presidenta. Resulta que es una persona súper activa, dispone del horario para poder atender a todo el mundo, para pedir presupuestos y para informar a los vecinos de lo que cada uno tiene que pagar. Resulta que uno de las viviendas hace tiempo que no paga, ya no vive nadie. Han hecho una rehabilitación de fachada y la cuenta se ha quedado casi sin fondos. Normalmente no hacían actas porque todo iba bien pero ahora la empresa quiere cobrar el resto del importe y no tienen saldo. Los vecinos no quieren pagar lo de la puerta morosa. La empresa termina demandado y además no da garantía porque así lo había firmado la presidenta en el contrato. Un lío ¿verdad?
Hay que entablar los procedimientos monitorios lo antes posible, hay que tener en cuenta los saldos de los que se dispone y los plazos de pago, hay que saber lo que se firma en un contrato, hay que vivir tranquilo y no tener ni que pensar en todo lo que puede pasar si haces algo mal.
En la próxima ocasión hablaré de pequeños “cosillas” que siempre explico en mis juntas y así las podrán tener en cuenta.
Inmaculada Costa Torres (404Fincas)