En estos tiempos que corren, ser político y estar imputado es casi peor que contraer una enfermedad contagiosa, porque sientes de inmediato el rechazo de tu entorno. Una denuncia interesada admitida a trámite por un juez antes de dejar su puesto a otro letrado y una noticia en prensa mal intencionada, es suficiente caldo de cultivo para socavar una trayectoria política intachable. Esto es lo que le ha sucedido a la alcaldesa de Torrent junto a sus ocho concejales en el caso Gaia.
La palabrita “imputado”, se las trae. No hubiera sucedido nada si al individuo que la introdujo hace 10 años en el Código Penal lo hubieran corrido a gorrazos, porque sirve igual para el delincuente que mete la mano en la caja como para el político que recibe una denuncia interesada de una empresa que ¡oh, casualidad!, detiene el expediente de apremio donde el Ayuntamiento le reclama un millón trescientos mil euros por impagos del canon 2013 y 2014 entre otros, y la rescisión inmediata del contrato por incumplimiento del mismo.
En esta ocasión, permítanme que les diga que aunque nos tachen de partidistas, queremos romper una lanza en favor de nuestros gobernantes locales, porque el único delito que han cometido es defender los intereses de los torrentinos. Defenderemos a cualquier precio a todo político honrado que luche por nuestros intereses, sea del bando que sea, pero también perseguiremos a otros que en connivencia con unos tramposos prevarican y colaboran para forzar el cierre de empresas con total impunidad.
Así son las cosas, en política todo vale y el descrédito es gratuito sin reparar el daño que puedan causar al prestigio y honradez de las personas que nos representan, fomentando el desmerecimiento de los que de verdad trabajan por los ciudadanos.
Informa Nouhorta. Torrent
